Una gran parte del trabajo de cuidados es trabajo no remunerado, y quienes lo realizan – mujeres en su mayoría – no reciben ninguna prestación por ello.
La carga del trabajo de cuidados explica una gran parte de la situación de desigualdad que viven las mujeres y niñas. Les limita en la generación de ingresos, acceso a propiedad, tierra y ahorro, el estudio, la recreación, la salud y la inclusión en los sistemas formales de protección social. También limita su participación política y organizativa.
Nuestro trabajo en Economía del Cuidado se desarrolla en ambos programas regionales (Desarrollo Rural Sostenible y Vivienda y Hábitat Adecuado).
We Effect apuesta por iniciativas pilotos que:
- son capaces de bajar la carga del trabajo de cuidados de las mujeres
- tienen una racionalidad económica y de autogestión
- promueven la corresponsabilidad de los hombres tanto en lo colectivo como en lo individual
- pueden utilizarse para concientizar al público en general tanto como a los Estados.
El trabajo de cuidados puede referirse a tareas como:
- servicios de apoyo (pagos diversos, trámites administrativos, compras del hogar, transporte)
- producción de bienes y servicios en el hogar (limpiar la casa, lavar los platos, lavar y planchar la ropa, cocinar, tirar la basura, confeccionar prendas para los miembros del hogar, preparar medicinas naturales, etc.)
- abastecimiento de agua y combustible (acarrear agua, recoger leña)
- construcción y reparación de la vivienda
- servicios específicos de cuido (de niños, ancianos, enfermos)