Mujeres con derecho a incidir

Jhascara Chumacero Moscoso participa en la escuela de incidencia. Foto: Claudia Belaunde
Jhascara Chumacero Moscoso participa en la escuela de incidencia. Foto: Claudia Belaunde
Mapeo de poder. Análisis del Estado. ¿Y con qué frecuencia se reúne el consejo municipal? Estos son algunos de los puntos que 27 mujeres en Bolivia están discutiendo para aprender cómo crear una sociedad más justa a través de la incidencia política.

» ¿Cuántos de ustedes han hecho su tarea de la última vez?»

Salvador Segovia, coordinador de la escuela de incidencia de We Effect en América Latina, plantea la pregunta a las 27 mujeres y 2 hombres que están en la sala. Casi todos levantan sus manos. La revisión comienza. ¿Cómo se llaman los diputados del parlamento? ¿Quién es el alcalde donde vivo? ¿Qué piensan de nuestras preguntas?

El hecho que conocimiento es poder no es nada nuevo. Pero para estas mujeres, de diferentes pueblos indígenas bolivianos, de diferentes ciudades y organizaciones, la disponibilidad de conocimiento sobre cómo incidir en la sociedad y la política ha sido muy limitada. Quizás es por eso que el compromiso del grupo es tan grande.

Después de una charla sobre cómo funciona el Estado, empiezan a trabajar en grupos. La tarea es conocer a todos los ministros del gobierno y con qué temas están trabajando. Se envían clips de periódicos sobre los diversos ministros. La sala está llena de discusiones intensas.

Las mujeres debemos dejar de ser seguidoras y espectadoras

Durante el refrigerio algunas mujeres discuten la importancia de la representación. Después de las elecciones parlamentarias del 2014, Bolivia tiene la segunda representación femenina más grande del mundo. ¿Cuál es el impacto de que haya más mujeres en posiciones de poder? Arminda Escobar dice que es realmente importante, pero no la solución.
– Las mujeres debemos dejar de ser seguidoras y espectadoras. Debemos preguntarnos: ¿qué es lo que queremos?

El segundo día de la escuela de incidencia es el momento de analizar las leyes de pequeña escala relativas a la igualdad de género. Cochabamba, como primer municipio de América Latina, estableció una ley que le permite al municipio ser responsable de la atención y el cuidado de los niños y ancianos, un trabajo por lo general no remunerado que realizan principalmente las mujeres. Varias de las organizaciones contrapartes de We Effect han estado impulsando el trabajo por la ley.

– Ninguna de estas leyes ha caído del cielo, son producto de su trabajo, inicia Salvador.

Pero, por supuesto, no es suficiente con una ley establecido, todo lo cual se notará pronto. Debe ser seguido por una implementación también. Y una ley sin presupuesto no vale mucho. Todavía falta para terminar.

We Effect trabaja apoyando a organizaciones campesinas y cooperativas en Bolivia, para que puedan mejorar la situación de sus miembros y defender sus derechos.