Las mujeres demuestran liderazgos en sus comunidades

Margarita es la primera mujer indígena Q'eqchi' concejala en Chisec, Guatemala. Foto: Claudio Vasquez Bianchi
Margarita es la primera mujer indígena Q'eqchi' concejala en Chisec, Guatemala. Foto: Claudio Vasquez Bianchi
En América Latina la participación política de las mujeres ha aumentado en los últimos años. Los números de legisladoras, juezas y alcaldesas son más altos que nunca. Sin embargo, el avance es muy lento. En Guatemala, la representación de mujeres a nivel nacional sigue por el 13-15 por ciento. A nivel local las cifras son aún más bajas. Y viendo la representación de las mujeres indígenas, los niveles son minúsculos. A través del trabajo de organizaciones como Aproba Sank en Chisec esto está cambiando.

Margarita Osorio es concejala en la Municipalidad de Chisec, Alta Verapaz. Ella es la primera y única mujer concejal en el municipio. Ha roto un techo de cristal, y lo ha hecho con fuerza. En su comunidad el 70 por ciento votó por ella, en su microregión sacó el segundo lugar en las elecciones.

– He demostrado un liderazgo en las comunidades, nos cuenta Margarita.

Pero el gran apoyo que tiene en las comunidades no le ha dado ventajas en su carrera política. Margarita ha enfrentado ridiculizo, discriminación y machismo.

– En la segunda reunión del Consejo Municipal pusieron una cafetera en la mesa y me dijeron “doña Margarita, sírvanos café”, dice sacudiendo su cabeza.

– Yo les expliqué que no estaba ahí para servirles café. “Yo estoy acá porque, igual que a ustedes, me eligieron para asumir un cargo que tengo que cumplir”. Es duro, pero he sido la primera mujer indígena Q’eqchi’ en un cargo así. No puedo rendirme, porque siento que voy a demostrar una debilidad si paro.

Todo sería diferente con más mujeres

A Margarita le gustaría que hubiera más mujeres en cargos políticos. Cree que muchas cosas cambiarían.

– Sería muy diferente si las mujeres fueran empoderadas. Nosotras somos las que nos damos cuenta de las necesidades desde las comunidades. Creo que se tomarían en cuenta las necesidades de muchas mujeres, y se verían soluciones a muchas problemáticas que enfrentamos.

Por el momento Margarita hace lo que puede para aportar a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Todos los martes, Margarita da matrimonio en la Municipalidad.

– Ahí aprovecho de hablar sobre la salud sexual y reproductiva, de las leyes que existen sobre la violencia contra la mujer y que derechos tienen las mujeres. También hablo sobre la agricultura familiar – que las mujeres también trabajan en la agricultura y que ella puede obtener ingresos, cargos y decisiones en su familia y comunidad. Que la pareja se une como marido y mujer – no esclava.

También se junta con mujeres que poseen cargos políticos a niveles más bajos, como consejos comunitarios y consejos de barrios. Junto con Aproba Sank, una de las organizaciones contrapartes de We Effect en Guatemala, capacitan y apoyan a más mujeres.

Una oportunidad de encontrar nuevas ideas

Para Margarita, este espacio también le sirve como consulta, porque no tiene otra persona o grupo que la asesore.

A través del trabajo de Aproba Sank, varias mujeres han sido empoderadas y han logrado cargos importantes en sus comunidades y municipios. Ofelia Echu es parte del consejo de mujeres de la zona de Chisec. Su viaje político comenzó en su barrio.

– Hubo una reunión en mi barrio, y yo fui, porque me gusta participar en las reuniones. A veces hasta doy mi opinión. Después cuando llegaron las elecciones al consejo de mujeres del barrio me propusieron. No era lo que quería o buscaba, pero lo acepté. Al tener ese cargo empecé a buscar otros cargos. Para mí era una oportunidad de encontrar nuevas ideas.

Queremos cambios en nuestras vidas

El camino no ha sido nada fácil, también Ofelia ha encontrado resistencia en su trabajo.

– Cuando las mujeres pedimos cambios, la alcaldía nos da algunos pocos fondos para proyectos. Pero eso no es suficiente, ya no queremos más proyectos. Queremos cambios en nuestras vidas. Queremos poder político de verdad, dice Ofelia.

Al igual que Margarita, tampoco Ofelia se da por vencida. Ser parte de los concejos comunitarios es importante para ella, porque es una agente de cambio en su comunidad.

– Está en nuestras manos cambiar todo lo que pasa en nuestro país. Mujeres debemos ocupar los espacios públicos. Yo sueño con tener una alcaldesa que haga lo que quiera el pueblo.

En América Latina la participación política de las mujeres todavía es un fenómeno relativamente raro. En los últimos años, el número de legisladoras, juezas y alcaldesas ha aumentado por toda la región. Sin embargo, el porcentaje promedio de mujeres parlamentarias es de 28,1 por ciento. Aunque América Latina ha pasado por una inédita movilización de los pueblos indígenas en los últimos 20 años, la participación política de las mujeres indígenas, todavía es muy baja. Según el estudio «Ciudadanía Intercultural (2012) del PNUD, la inserción política de las mujeres indígenas es difícil ya que enfrentan una “triple discriminación”: ser mujer, indígena y pobre.
En Guatemala, mujeres ocupan el 14 por ciento de los puestos en el gabinete ministerial del país (es decir 2 de 14). En el Congreso 20 de 158 diputadxs son mujeres (12,7 por ciento).