El Impacto de las Mujeres en las Cooperativas: El inspirador viaje de Maria Estela Puac.

La historia de María Estela Puac Tzunun es un testimonio de resiliencia, empoderamiento, crecimiento y del liderazgo y el aporte de las mujeres en las cooperativas.

Hace quince años, María Estela comenzó su viaje en la pintoresca comunidad de Aldea Chuculjuyup, Totonicapán, al suroccidente de Guatemala. En ese momento, tenía sexto grado de primaria, ninguna experiencia y muchos miedos e incertidumbres. Sin embargo, su determinación y el apoyo de la Asociación CDRO, organización de origen Maya formada por organizaciones, asociaciones y empresas cooperativas, marcaron el inicio de un viaje transformador.

A lo largo de los años, María Estela pasó de ser una mujer temerosa a asumir roles de liderazgo en la cooperativa. Desde su posición como secretaria del consejo hasta la presidencia de un grupo de seguridad alimentaria, su crecimiento personal y su contribución al cooperativismo se hicieron evidentes. «Crecí como mujer, todo esto me motivo a prepararme más y terminé el bachillerato por madurez», reflexionó, destacando cómo el cooperativismo puede empoderar a las mujeres y mejorar sus condiciones de vida.

El impacto de las mujeres en la cooperativa fue significativo. María Estela y sus compañeras trabajaron incansablemente para aumentar la participación de las mujeres y promover la equidad de género en la cooperativa. «Las mujeres hemos hecho crecer la cooperativa, hemos aumentado el porcentaje de participación y con eso hemos logrado que se cumpla el principio de equidad dentro de la cooperativa», enfatizó. Este logro no solo benefició a las mujeres en la comunidad, sino que también permitió que muchas de ellas accedieran a créditos para iniciar negocios y mejorar la calidad de vida de sus familias.

La pandemia de 2020 presentó desafíos adicionales, pero María Estela demostró su determinación y capacidad para superar obstáculos. A pesar del escepticismo inicial de su esposo, decidió emprender un negocio de crianza de gallinas ponedoras. Aplicando sus habilidades financieras adquiridas a través de la organizción CDRO y el apoyo de We Effect, calculó costos, adquirió jaulas y gallinas, y trabajó incansablemente para hacer que el proyecto fuera un éxito. Eventualmente, su esposo y su familia se unieron al esfuerzo, y juntos lograron un negocio próspero que les proporcionaba alimentos seguros y una fuente de ingresos confiable.

Hoy, María Estela es un ejemplo de liderazgo y participación en su comunidad. Sus días comienzan temprano, atendiendo las necesidades de su familia y sus gallinas. Utiliza la tecnología para comercializar sus productos y ha logrado un flujo constante de ingresos mensuales. Su negocio no solo es una fuente de sustento, sino también una manifestación de su determinación y habilidades empresariales, enriquecidas por la formación financiera recibida.

A pesar de los desafíos de equilibrar su vida en la cooperativa con las responsabilidades en el tema de cuidados, María Estela tiene metas claras para el futuro. Quiere aumentar su producción y, con ello, adquirir una vivienda propia junto a su esposo. Además, sigue comprometida en empoderar a otras mujeres de su comunidad para que se unan a la cooperativa y experimenten un crecimiento integral. Su historia es un ejemplo vivo de cómo el cooperativismo y el apoyo adecuado pueden transformar vidas y comunidades enteras.