Los murales hablan por sí mismos. La fachada proclama que “la vida es lucha y se lucha siempre”. Adentro, los murales muestran guerrilleras y guerrilleros con rifles disparando banderas blancas y palabras como tierra, revolución y acuerdos de paz.
En la casa comunal de la comunidad 29 de diciembre en Chimaltenango, Guatemala, cuatro excombatientes de las antiguas guerrillas guatemaltecas cuentan sus experiencias de reincorporación a la vida civil después de los acuerdos de paz en 1996. Comparten sus reflexiones a una delegación de We Effect que ha llegado para intercambiar experiencias y lecciones aprendidas entre las oficinas de Guatemala y Colombia.
We Effect comenzó a trabajar en Guatemala poco después de los acuerdos de paz — al igual que en Colombia unos veinte años después. El proceso de reincorporación de las y los excombatientes de las FARC-EP hoy en Colombia es muy similar al contexto guatemalteco hace 25 años, y la delegación de We Effect busca aprender de la historia para mejorar el proceso.
Hubo una necesidad de atención psicosocial que no se contempló en aquel momento
Carlos Barrientos, excombatiente guatemalteco y secretario del Comité de Unidad Campesina (CUC) — organización socia de We Effect en Guatemala — dice que muchas cosas no se hicieron bien en el proceso de desmovilización en Guatemala y que algunos problemas se manifestaron años después.
“Por ejemplo, después de la guerra hubo una necesidad de atención psicosocial y sanación que no se contempló en aquel momento. Esa falta de atención ha creado muchos problemas después. Psicológicamente para las personas, por su puesto, pero también en cuanto la reincorporación a la sociedad”.
Carlos Barrientos también menciona la vivienda como un tema muy importante en el principio, porque al regresar muchas personas reincorporadas no tienen donde vivir. La comunidad 29 de diciembre es formada por excombatientes y una de sus integrantes es Francisca Pu Gómez. Ella era enfermera en la guerrilla y sentía mucha incertidumbre cuando entregó las armas.
Muchas veces no soportaba como la gente me miraba
“Fui a buscar a mi familia, pero no era lo mismo que antes. Imagínate, desapareces por 20 años y luego vuelves sin profesión, sin saber qué hacer. Además, había mucha estigmatización hacia nosotros en la sociedad. Muchas veces no soportaba como la gente me miraba”.
Ahora Francisca Pu Gómez forma parte de una cooperativa productiva en la comunidad 29 de diciembre que cultiva y comercializa hongos a pequeña escala.
“Mis papás me enseñaron a trabajar. Yo me incluyo en los excombatientes que hemos buscado salir adelante en la vida civil”, dice.
Beatriz García del Campo, la Representante de We Effect en Colombia, piensa que es importante aprovechar de las similitudes en contexto para ver qué ha funcionado y qué no ha funcionado:
“El trabajo de We Effect con población desmovilizada en países como Guatemala debe ayudarnos a comprender las aspiraciones que las personas reincorporadas tienen para su estabilización social y económica. También la participación de las mujeres, que muchas veces es dejado en segundo plano. Yo me llevo muchos aprendizajes y muchas ideas de vuelta a Colombia para compartir con nuestro socio ECOMUN”, comenta.