No te olvides de la gente pobre del mundo en la crisis del coronavirus

La única forma de reducir la pandemia del coronavirus y sus efectos es la cooperación internacional. Ahora más que nunca, necesitamos mostrar coraje, compasión y solidaridad a través de las fronteras, escribe la junta directiva de We Effect.

Estamos en una crisis histórica. Nadie puede ver qué efectos tiene y podrá tener la infección del coronavirus para el mundo. El impacto en la economía ya es extenso y todo indica que los problemas e injusticias sociales existentes se exacerbarán. Es un problema que debemos resolver juntos, no solo como país. Si no como un mundo entero.

Una encuesta de We Effect en los países donde trabajamos en Asia, Europa, África y América Latina muestra que las personas ya han sido duramente golpeadas.

“Todo ha cambiado rápidamente. Hace un poco más de una semana, prácticamente no había casos de coronavirus en la región. Hoy varios países han introducido un estado total de emergencia y toque de queda”, informa la directora regional de We Effect en América Latina, Pia Stavås Meier.

Para las personas al margen, ya se ha vuelto más difícil sobrevivir. El aislamiento de puestos de trabajo y mercados para comprar y vender productos agrícolas está golpeando fuertemente. Muchos no pueden permitirse el lujo de acaparar alimentos y no pueden trabajar desde casa. Vivir en pobreza a menudo resulta en sistemas inmunes más pobres debido a la falta de acceso a alimentos nutritivos. Para los 1.800 millones de personas que carecen de un hogar digno, sin acceso seguro al agua y al jabón, el covid-19 puede agravar rápidamente una situación ya gravemente vulnerable. Es probable que los efectos del virus en las mujeres en pobreza sean desastrosos.

“¿Cómo sobrevivirán las mujeres? La mayoría de las personas trabajan en el sector informal o son pequeñas agricultoras, que se alimentan día a día. No pueden ponerse en cuarentena. No pueden acaparar comida de los supermercados. Crisis como esta realmente arrojan luz sobre la desigualdad en el mundo”, dice Naomi Senda, comunicadora de We Effect en África del Este, con sede en Kenia.

Todos trabajamos para abordar la crisis en la que vivimos y trabajamos. Cambiamos las operaciones y hacemos nuestro mejor esfuerzo para adaptarnos a la situación actual. Necesitamos aprender unos de otros. Nuestro enfoque ahora está en la preparación sueca. Pero también debemos ser capaces de levantar los ojos. Las personas que viven en la pobreza en los países pobres no tienen su propia voz en el debate público.

A menos que las comunidades puedan abrirse pronto, la pobreza mundial aumentará considerablemente. Permitir el comercio, la democracia y el libre flujo de información dentro de Suecia y el mundo es extremadamente importante para reducir los efectos de la crisis. Desafortunadamente, en cambio, vemos que varios países parecen estar utilizando la crisis para limitar aún más el espacio democrático.

Los gobiernos, las empresas, las autoridades y las organizaciones ahora deben trabajar a nivel mundial para comprender los problemas y desarrollar soluciones sostenibles en conjunto. Es la única forma de combatir la epidemia y los problemas que crea para todos. Instamos al gobierno y a los ciudadanos suecos a defender la solidaridad internacional y la cooperación a largo plazo a través de las fronteras, para un mundo donde todos puedan vivir de manera segura.

La crisis del coronavirus es global, al igual que sus soluciones.

Tommy Ohlström, Presidente Asociación de Consumidores, KF
Erica Lundgren, OK Västerbotten
Björn Larsson, Coop Suecia
Helen Persson, Asociación de Consumidores de Estocolmo
Anders Lago, HSB
Lotta Folkesson, Asociación Nacional de Agricultores (LRF)
Britta von Schoultz, Riksbyggen
Anna Tibblin, Secretaria General, We Effect