El coronavirus tiene un impacto fuerte en Honduras

El nuevo coronavirus ha llegado a América Latina. Y con esto estamos viendo como nuestras operaciones serán afectadas. Para saber un poco más hemos hablado con algunas personas en la organización. Ever Guillén es nuestro representante país en Honduras. Cuando hablamos con él es la única persona del personal que se encuentra en la oficina, ya que él vive cerca de la oficina.

Ever, cuál es la situación en tu país:

«En Honduras hasta ahora hay 27 casos confirmados. El gobierno ha implementado medidas paulatinamente. Primero las escuelas se cerraron y hubo una recomendación a todas las empresas y organizaciones que las personas que pueden hacer trabajo desde casa lo hicieran. Pero rápidamente entendieron que la gente no estaba acatando las medidas, la gente lo tomó como vacaciones.

Entonces se implementaron medidas más drásticas. Un ejemplo es el toque de queda indefinido en cinco municipalidades del país, que se implementó muy abruptamente. Hubo mucho pánico, la gente salió a comprar en los supermercados, en las gasolineras había colas largas, etc. Ahora la ciudad de Tegucigalpa está paralizada, no hay bancos, no hay supermercados abiertos. Hasta las pulperías (tiendas pequeñas de alimentos) están cerradas. Las calles están vacías, es como un pueblo fantasma.

También hay varias zonas de la ciudad donde ha habido motines. Mucha gente que vive por cuenta propia, que por ejemplo vende verduras en la calle, no tuvo tiempo para prepararse para esta crisis. Mucha gente intentó salir a la calle a vender sus cosas y eso generó que la policía llegó para llevárselos detenidos. Para mucha gente la realidad es que si no trabajas no comes… Alrededor de 70-80 por ciento de la población de la ciudad de Tegucigalpa vive del sector informal. Somos muy pocas las personas que tenemos un trabajo asalariado y que se nos permite trabajar de nuestras casas.

Nuestro sistema de salud no está preparado para esto. Acá hemos visto médicos y enfermeras rompiendo bolsas de basura para usar como protección y guantes. En todo el país había nueve respiradores artificiales para 9 millones de personas. Se supone que ahora han comprado más. Pero si llegamos a los niveles de casos de Europa, nunca va a haber capacidad para responder a esto. No hay gasas, medicamentos, los hospitales están en estado de deterioro. Ahora es cuando más valoramos el estado de bienestar, pero países como Honduras no tienen esas condiciones.”

¿Qué medidas ha tomado la oficina país?

«La oficina de We Effect está cerrada, casi totalmente. No estamos teniendo ningún tipo de reuniones, ni visitas. El gobierno ha prohibido todas las reuniones, ni de dos, ni de tres, ni de diez.

Así que estamos trabajando desde casa. Hemos tenido reuniones virtuales con las contrapartes. Todas están con labores suspendidas, es decir no están trabajando. Están tratando de resolver lo que puedan por manera virtual. Pero en los territorios no se pueden llevar a cabo actividades. Y hay muy pocas condiciones para hacer trabajo desde casa. No todas las personas tienen acceso a equipos, red etc.”

¿Qué impacto tendrá el coronavirus?

«Va a haber un impacto económico grave. Una buena cantidad de la población de Honduras de alguna u otra manera depende de las remesas de familiares, de España y EEUU. En España, nadie está trabajando por el momento, y eso implica que no pueden mandar dinero/apoyo a sus familias. El impacto económico se va a ver fuerte en las familias que dependen de eso.

También el trabajo productivo en el campo está afectado. Llevamos años de sequía y ya se había dicho que la sequía de este año iba a ser mucho más fuerte. Con el coronavirus no va a haber mucho espacio de producción. Y eso llevará a un incremento de la canasta básica. Y ya vemos que los ingresos de las familias pobres en el ámbito rural y urbano van a disminuir. La pobreza va a aumentar.

Pero creo que el coronavirus también va a tener un impacto social. La cultura latina es mucho de estar en el barrio, estar con contactos sociales. Ahora no puedes tener una vida social normal. La gente se siente muy mal y no va a tardar mucho tiempo antes de que salgan casos de aumento de ansiedad, depresión etc.

Otra cosa que nos preocupa, y especialmente a las organizaciones de mujeres, es que muchas mujeres ahora están confinadas con sus agresores. Es un riesgo para las mujeres estar en cuarentena. Al mismo tiempo, la policía está atendiendo otro tipo de casos ahora… ¿Qué capacidades de respuesta tendrán para estos casos?»

¿Crees que saldrá algo positivo de esto?

«Creo que sí, hay un aspecto positivo. Hemos visto muchas expresiones de solidaridad. La gente está pensando en la gente que no tienen casas, que viven en la calle. Estamos subiendo el nivel de conciencia. Cuando te hacen falta las cosas más básicas, realmente entiendes valorarlas, y entiendes la situación de otras personas. Eso tiene efectos positivos.

También creo que el planeta mismo está favorecido por esto, porque le da una oportunidad de tener un respiro…»

Por

Liinu Diaz Rämö