¡Todos para uno y uno para todos!

Fabiola Rojas es la Coordinadora del Proyecto Awal Q’anil en Guatemala, que tiene como fin Contribuir a la reducción de la pobreza rural, a la generación de empleo y a la mejora de la calidad de vida de mujeres y hombres indígenas/campesinas productores/as, favoreciendo el crecimiento económico incluyente y sostenible a través de apoyar a la competitividad de cadenas de valor y el fortalecimiento de las capacidades de los y las pequeñas productoras.

“Una de las novelas leídas que me ha impactado es “Los tres mosqueteros” del escritor Alejandro Dumas.

La novela narra la historia de un joven llamado D’Artagnan de familia noble que parte a París para cumplir su sueño de convertirse en Mosquetero, en el nuevo lugar entabla una fuerte amistad con tres mosqueteros llamados Athos, Porthos y Aramis. Juntos se ven envueltos en todo tipo de sucesos, romances e intrigas. Para la historia ha quedado la inolvidable lema «todos para uno y uno para todos«. Un lema que expresa los ideales de amistad, honor y lealtad. Esta novela ejemplifica lo que se puede lograr trabajando en equipo y de forma colectiva.

En la actualidad enfrentamos una PANDEMIA COVID19 que ha afectado a todo en el mundo, siendo una enfermedad desconocida que alrededor de ella se ha generado una serie de información, difundida  rápidamente. Sin embargo, ante tanta información no se sabe con certeza la veracidad de ella; versiones diferentes y algunas mal intencionadas para provocar miedo y temor que puede ser un medio de dominación. Lo cierto es que ninguno estaba preparado para enfrentar esta crisis, ni los gobiernos, ni las instituciones, ni el sector privado, ni nosotros mismos en lo personal.

Ahora estamos experimentando una serie de medidas de mitigación y prevención que permitan salvaguardarnos de la crisis, sin embargo la pregunta es ¿Por qué hasta ahora pensamos en ello? Si en el caso de Guatemala siempre hemos vivido en crisis, siempre hemos tenido la ausencia del gobierno en las comunidades más vulnerables y lejanas, si siempre hemos tenido índices altos de pobreza, pobreza extrema y desnutrición, si siempre hemos tenido un servicio de salud y educación deplorable, si siempre hemos tenido inseguridad, si siempre se ha violentado los derechos de los defensores y defensoras del territorio y si siempre hemos sobre explotado los recursos naturales.

El problema ahora es que esta pandemia afecta a todos y todas ya no solo a las personas más vulnerables: a las personas pobres, campesinas, indígenas, las que viven en área rural. Con ello no significa que no debemos hacer nada y no acatar las medidas de prevención del impuestas por el Gobierno de Guatemala, simplemente es una reflexión.

Pese a los efectos de la enfermedad considero que la crisis puede ser una oportunidad de reinventarnos, por ejemplo nosotras/os dentro del proyecto nos obliga a trabajar en una forma distinta, nos reta a la diciplina, a la confianza, a la responsabilidad y el cumplimiento del trabajo en equipo, el reto no solo es para los países, para la instituciones sino para nosotros mismos al no tener miedo al no paralizarnos, a continuar retomar nuestras metas nuestros sueños nuestros anhelo con la precaución necesaria.

¡Nunca volverá a ser lo mismo! ¡Espero!.

Que lo que hoy enfrentamos sea el motor que nos impulse a ser más humanos, que nos importe nuestro planeta, a alimentarnos saludablemente, que reconozcamos y valoricemos los conocimientos de los pueblos originarios, que comprendamos que todos somos iguales y merecemos las mismas oportunidades y respeto, que protejamos y bridemos oportunidades a los niños y niñas que serán el futuro de nuestro país, que impulsemos el desarrollo comunitario y local.

Culmino indicando, como dirían los tres mosqueteros: “Todos para uno y uno para todos” esto significa que ahora todos, todas y todes dependen de mí como yo dependo de todos, todas y todes, es parte del aprendizaje que nos deja esta pandemia.”

 

Por

Damaris Sacalxot