Necesitamos medidas claras contra la violencia hacia las mujeres
Fecha
2020-11-25
Marina Pecher de Guatemala. Foto: Jesper Klemedsson
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y Niñas, la Oficina Regional para Latinoamérica de We Effect demanda a los Estados de la región compromisos claros para que las medidas de distanciamiento se acompañen de alternativas que permitan a las mujeres contar con los recursos necesarios ante las agresiones de sus parejas.
En los últimos 30 años la comunidad internacional ha reconocido la violencia contra las mujeres como un problema de salud pública, violación de derechos humanos y una barrera al desarrollo económico. Sin embargo, en el último año, 243 millones de mujeres y niñas de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental. Y desde que comenzó la pandemia, y con ello el confinamiento, los casos de violencia en el hogar aumentaron en todo el mundo, según estudios de Naciones Unidas.
We Effect en América Latina, demanda a los Estados de la región compromisos claros para terminar con la violencia contra las mujeres y niñas, estos compromisos deben atender las realidades específicas de las mujeres y niñas indígenas, quienes enfrentan múltiples desigualdades simultáneas, agravando aún más su situación. Según la CEPAL en América Latina y el Caribe existe una población de más de 23 millones de mujeres indígenas, quienes también deben ser reconocidas por su rol determinante en la lucha por la autodeterminación de sus pueblos y sus derechos como mujeres, tal como lo señala CIDH.
“El derecho de las mujeres a una vida sin violencia sigue siendo una deuda enorme de parte de los Estados, y la sociedad en su conjunto. La violencia física, el abuso sexual, los femicidios han aumentado significativamente durante estos tiempos de confinamiento”, afirma Damaris Ruiz, Directora Regional de Programas de We Effect.
La organización “está comprometida con la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, incluido el reconocimiento y justa distribución de los cuidados. Trabajamos con cooperativas, organizaciones de base y organizaciones de mujeres y feministas para aportar a las causas estructurales de la desigualdad, promoviendo el poder compartido, el control de los recursos, la toma de decisiones y la afirmación de los derechos de las mujeres desde una apuesta interseccional”, agrega Ruiz.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo generalizada. A nivel mundial, el 17,8 % de las mujeres de entre 15 y 49 años que han tenido pareja han sido objeto de violencia sexual o física por parte de su pareja en los últimos 12 meses. En los países menos adelantados, esa cifra se eleva al 24 %. En este sentido, es más urgente que nunca empujar políticas, iniciativas y acciones por parte de la comunidad internacional para proteger y apoyar procesos de empoderamiento de las mujeres, con compromisos específicos para mujeres indígenas, campesinas y rurales.