“Cosechando Soberanía: Las Sembradoras y el Derecho a la Alimentación”

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, reconocemos el poder transformador de las mujeres campesinas en América Latina. Desde la comunidad de Chuipachec, en Totonicapán, Guatemala, el grupo de mujeres "Las Sembradoras", impulsado por nuestra organización socia CDRO, muestra cómo el esfuerzo colectivo y el enfoque en la alimentación sostenible pueden garantizar un futuro mejor.

Las raíces del cambio

Santos Ofelia Tzotax, secretaria de Las Sembradoras, recuerda con emoción los inicios del grupo: «Nos unimos como mujeres que deseaban salir adelante y ayudar a nuestras familias. Así nació Las Sembradoras». Desde hace un año y medio, estas mujeres han trabajado juntas enfrentando desafíos para aprender a cultivar verduras y asegurar la alimentación de sus hogares y comunidades.

El acceso a macrotúneles – estructuras que optimizan el crecimiento de cultivos en condiciones controladas – fue un primer paso esencial. Gracias al apoyo de CDRO, Las Sembradoras pudieron sembrar tomates, aprender técnicas agrícolas y enfrentar la incertidumbre del proceso. “Dejamos a veces nuestras casas y familias para poder trabajar aquí,” comenta Santo, reflejando el sacrificio y compromiso de cada integrante.

Un reto constante: el tiempo y los recursos

Aunque los avances son evidentes, las mujeres identifican que un macrotúnel no es suficiente. Muchas deben caminar largas distancias desde sus hogares para atender sus cultivos, invirtiendo tiempo que podrían dedicar a la producción. El sueño del grupo es disponer de más macrotúneles, tanto para diversificar sus cultivos como para ahorrar tiempo y mejorar su productividad. Además del tomate, ahora cultivan coliflor, brócoli, cilantro y rábano, garantizando que sus familias consuman alimentos frescos y de calidad, reduciendo así la dependencia del mercado.

Hacia un futuro sostenible: más allá del autoconsumo

Las Sembradoras no solo buscan alimentar a sus familias; también sueñan con comercializar sus productos. «Queremos tener cosecha todo el año y vender en mercados locales,» explica Santo. Sin embargo, uno de sus mayores retos es encontrar mercados estables que les permitan dar salida a su producción.

Más allá de lo agrícola, el grupo ha comenzado a implementar prácticas de ahorro para reinvertir en sus cultivos, comprando pilones y cal para continuar con las siembras. Aunque aún no han formalizado un esquema de ahorro, su compromiso con la autosostenibilidad es evidente.

Las Sembradoras. Photo: Rodwell Arrazola

 Una visión que trasciende fronteras

La historia de Las Sembradoras refleja una realidad compartida por muchas mujeres rurales en América Latina. En toda la región, las mujeres campesinas se organizan para garantizar el derecho a la alimentación, no solo para sus hogares sino también para sus comunidades. Enfrentan barreras como el acceso limitado a recursos, el trabajo no remunerado en el hogar y la falta de mercados, pero con cada cosecha demuestran que su labor es fundamental para la soberanía alimentaria.

Desde We Effect, continuamos apoyando estas iniciativas; mujeres de toda América Latina están demostrando que la alimentación es un derecho que debe garantizarse desde lo local y lo sostenible. En este Día Mundial de la Alimentación, Las Sembradoras nos inspiran a reconocer el rol vital de las mujeres campesinas en la construcción de un futuro sin hambre.