La escuela de jóvenes crea líderes

Aura María está planificando una charla sobre “bullying” en su colegio. Foto: Liinu Diaz Rämö
Aura María está planificando una charla sobre “bullying” en su colegio. Foto: Liinu Diaz Rämö

Desde lejos se escuchan las rizas de las y los participantes y al entrar al salón es evidente que el grupo reunido está ansioso por comenzar. La escuela de jóvenes del Proyecto de Empoderamiento Integral de Mujeres Mayas Rurales (PODEEIR) está empezando su tercer módulo. Son casi 30 jóvenes de todo Guatemala que han sido elegidos para participar en la escuela. Todos vienen de las diez organizaciones del PODEEIR: Mamá Maquin, Utz Che’, Tikonel, Alianza de Mujeres Cooperativistas de Guatemala, Federación Comercializadora de Café Especial de Guatemala (FECCEG), Asociación pro-desarrollo Integral de la Mujer (ALANEL), Comité Campesino del Altiplano (CCDA), FICCI y Asociación Integral Guatemalteca de Mujeres Indígenas Mam (AIGMIM). La escuela de jóvenes es solo una de varias escuelas dentro del PODEEIR, la idea es trabajar con toda la familia y las comunidades para hacer cambios integrales.

Yo antes era muy tímida, si alguien me hablaba no siempre respondía

La escuela de jóvenes está dividida en seis módulos de aprendizaje, en las cual obtendrán herramientas para poder hacer cambios sociales. Luego los jóvenes trabajarán en sus comunidades con campañas contra la violencia. Una de las participantes ya ha comenzado con su trabajo comunitario.

-Con una compañera estamos organizando una charla sobre bullying en mi escuela. Quiero que los otros alumnos entiendan que no es correcto comportarse así, nos cuenta Aura María Sical de 17 años.

Aura María ha viajado desde Alta Verapaz a la capital guatemalteca para participar en la escuela de jóvenes. Ella se siente muy motivada de ser parte de una escuela dinámica, en la cual se usa el teatro y otros métodos artísticos para crear el cambio. La escuela ya le ha ayudado bastante en su vida cotidiana.

-Yo antes era muy tímida, si alguien me hablaba no siempre respondía. En la escuela de jóvenes nos han motivado a hablar, hacemos ejercicios para exponer y platicar. Ahora ya no me da nervios hablar, lo hago sin problemas, y en el colegio siempre me eligen para exponer.

Después de un precalentamiento energético, pero que desafió las habilidades de coordinación del grupo, seguimos con una lección de historia. Pero esta no es cómo las clases de historia del colegio. Aquí todos están participando en una revisión crítica de la historia convencional. Empezamos en la evolución, pasamos por la llegada de los españoles, la independencia de Guatemala y terminamos en una discusión sobre identidad, cultura y poder.

-Hoy he aprendido mucho sobre la historia, sobre todo desde el punto de vista de los pueblos originarios. Ahora entiendo porque hay tantos problemas en nuestro país, y veo al mundo con otros ojos, dice Miguel Rodríguez de Santa Catarina Ixtahuacán.

Está claro que Aura María, Miguel y los otros jóvenes de la escuela han conseguido nuevos conocimientos y que la escuela no es únicamente un espacio de aprendizaje para ellos. Se están creando líderes que seguirán aplicando y difundiendo sus habilidades y capacidades.

-En mi casa les enseño a mis hermanas menores, les cuento lo que he aprendido. Ahora mi sueño es ser maestra, para poder enseñarles a los jóvenes que hay otras maneras de ver la realidad, sigue Aura María.

-Yo hice una reunión en mi familia para contarles lo que había aprendido. También les cuento a mis amigos cuando jugamos futbol, para así ir replicando mis conocimientos, nos cuenta Miguel.

Para Miguel el viaje no terminará con el último módulo, él seguirá trabajando para su comunidad.

-Aquí he aprendido a valorarme a mí mismo, confiar en mí y mis habilidades. Mi sueño es de entrar a espacios de toma de decisiones de mi pueblo, para poder aportar y generar cambios, dice Miguel.